BASURAS. La villa serrana se va convirtiendo en un gran vertedero, por deficiencia en la recolección de basuras.
Hasta ahora la municipalidad de Caacupé no explica a la ciudadanía que paga por el servicio de recolección de basuras domiciliarias el motivo por el cual no puede cumplir con su responsabilidad de recoger los desperdicios para trasladar al vertedero. Toda la zona urbana de la “capital espiritual” está atestada de residuos depositados en las canastas o en las veredas.
Es lamentable ver la desagradable imagen de basuras esparcidas incluso por las aceras, producto de que la administración municipal del intendente liberal Diego Riveros está rebasada en la tarea de Aseo Urbano. Es más, el compromiso de que en los barrios debe pasar tres veces a la semana el camión recolector es una “historia” en Caacupé.
De un tiempo a esta parte, el camión recolector ni siquiera una vez en la semana cumple con su tarea de pasar por los barrios periféricos. El intendente manda limpiar y recoger las basuras solo en las zonas de influencia de la basílica santuario para aparentar que cumple con su obligación. Sin embargo, hoy la “capital espiritual” está convertida en “capital de la basura”.
A todo esto, se suma el deplorable estado de las calles asfaltadas y empedradas a raíz de los trabajos realizados por la empresa 4 Ciudades. Esta contratista se encarga de dejar perforaciones tras la instalación de cañerías de desagüe y la municipalidad realiza el bache de manera deficiente y no dura ni un mes para que la “regularización” de las calles queden con las capas asfálticas hundidas, formando nuevos baches.
FOTOS. Tercer Ojo
