Calles en calamitoso estado y deficiente recolección de basuras en la ciudad administrada por el “mejor intendente”
La administración municipal del intendente de Caacupé, Diego Riveros (PLRA), a finales del 2023 endeudó a la comuna por más de G. 12.370 millones para la compra de la planta asfáltica móvil. Con esta maquinaria, en más de un año solo se asfaltó dos cuadras de una calle poco intransitable de la “Capital espiritual”. Ahora, la municipalidad asumirá otra deuda de G. 10 mil millones para adquisición de insumos para mezcla asfáltica.

Sin embargo, las calles de la Villa Serrana siguen igual o en peor estado y ya parece un mal endémico que no tendrá solución, pese a las multimillonarias adquisiciones en maquinarias viales para asfaltar las calles de Caacupé. En todo este tiempo, el intendente Riveros solo usó el costoso equipo para tapar los agujeros dejados por la empresa 4 Ciudades en las calles, tras instalación de cañerías para el desagüe cloacal.

A pesar de los reclamos ciudadanos para el arreglo de las maltratadas arterias de esta capital departamental, Riveros hace oídos sordos y empieza a ejecutar obras que ni siquiera son prioridades para la ciudadanía. Y más aún, no informa a los caacupeños sobre el costo de las obras superfluas ni la fuente de financiamiento.

El jefe comunal ahora presenta a la ciudadanía maqueta de mejoras que se introducirá en el parque Lagorä, y se desentiende del estado calamitoso de las transitadas calles de la ciudad. Así mismo, y la imagen habla por sí sola, las veredas de la “Capital espiritual” están atestadas de “montañas” de basuras a raíz de la deficiente recolección de basuras.

Esta penosa situación continuará, mientras el intendente licita y adjudica obras bajo el procedimiento de menor cuantía, es decir en forma directa a empresas amigas. Solo para los funcionarios municipales, familiares de los funcionarios, y los que aprueban la deficiente gestión de Riveros lo califican como “el mejor intendente”, sin tener en cuenta el padecimiento de la ciudadanía.
